Carta a mi Amada
He conocido un ángel, un ser de una belleza incomparable y de un corazón enorme repleto de vida y esperanza. Este ángel, de indudable bondad y compasión, ofrece paz a todo aquel que tiene la suerte de saber de su existencia. A demás, este precioso ser, ofrece su amistad a cambio de muy poco… de respeto. Mucha gente duda sobre la existencia de dichos seres, les compadezco, yo conozco a uno. El único ángel sin alas, el único ángel que vive entre seres humanos, el único ángel que no sabe que lo es. Ese ángel mi niña, eres tu.
Eres una gran persona Laura, eso no lo dudes nunca y tenlo siempre presente. Eres sincera en un mundo donde la falsedad lo embriaga todo. Eres legal y lo demuestras cada día. Eres una mujer tremendamente tranquila, pero con un fuego interno y un espíritu que no he llegado a ver nunca en nadie. Dices lo que piensas y no dejas duda alguna de lo que crees. Respetas a la gente tal como son. He llegado a ver en ti, un sólido sentido interno de la realidad que hace mantener tu temperamento bajo control. He llegado a ver a la mujer en la que un día te convertirás y sinceramente, envidiaré a la persona que un día comparta la vida contigo. He llegado a ver esa niña de ojos tiernos que se esconde detrás de tu cortina. He llegado a ver que mereces muchísimo, y ser feliz al fin y al cabo. He llegado a ver que necesitas a alguien mejor que yo, ¡No tengo ningún derecho a hacer que tus lágrimas se desprendan por mí!
Te admiro.