Hoy no puedo medir la grandeza del amor que siento por ti muy dentro de mí. Pregúntales a las aves que vuelan libres por el mundo, a los niños que juegan, o a las noches solitarias que consumen nuestros sueños. Mi corazón se encuentra inquieto en los días que he pasado sin verte.
Grande es la distancia que nos separa, pero eso no impide quererte. Se oye un eco, puedo escuchar tu voz tan suave como la seda.
Recuerdo el día en que te conocí, sentí una inmensa alegría, sentí el aroma y el calor de tu cuerpo cerca del mío, mirando hacia el firmamento las estrellas fugaces, pidiendo el deseo prometido de amarte eternamente…
Para siempre, te amo.